NOTA DE OPINIÓN
Conexión Reciclado: para una economía circular, inclusiva y regenerativa
Por equipo Conexión Reciclado
El consumo insostenible de recursos naturales en un planeta finito es el problema central de la crisis ambiental y social. Actualmente aplicamos un modelo de producción y consumo basado en la economía lineal que deriva en contaminación, pérdida de biodiversidad, cambio climático, pobreza y desigualdad. Si analizamos la transformación del consumo y procesamiento de materiales de la sociedad en los últimos 50 años, se comprende un aumento gigantesco de daños irreversibles en nuestro planeta y sociedades. Según el informe del International Resource Panel (2024), mientras que la tasa anual de consumo registrado del 2020 es de 14 toneladas per cápita -con un aumento del 100% del promedio de 1970-, se espera para el 2060, teniendo como punto de partida un promedio de 7.000 millones de toneladas en 1970, una tasa anual de extracción y procesamiento de materiales de 160 billones de toneladas. Esto comprende consecuencias severas: el 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero alientan una catástrofe climática, el 40% de las partículas en el aire son contaminantes y condicionan años de vida de las personas, el actual uso de la tierra es responsable del 90% del total de la pérdida de biodiversidad, y existen 7 minerales en peligro de extinción.
En Argentina, la generación promedio anual per cápita es estimada en 1 kg de residuos sólidos urbanos (RSU) por día y 4 kg de residuos industriales no especiales por año, dependiendo del metabolismo urbano y las condiciones socio económicas de cada localidad; y en general, los municipios y comunas cobran a los ciudadanos una tasa de Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL) que no alcanza a cubrir los costos que requiere la gestión integral de dichos residuos. Actualmente solo 300 municipios de 2200 disponen sus residuos en relleno sanitario, y el resto en basurales a cielo abierto, con el impacto ambiental y social negativo que implica esta práctica. La tasa de reciclaje es de sólo el 5%.
En el marco de esta crisis ecológica, climática, social y de stock de recursos, los residuos han empezado a considerarse como insumos para nuevos procesos productivos y para la regeneración de la naturaleza. La visión del sistema económico lineal tradicional, donde los recursos naturales se extraen, se transforman en materiales y productos y finalmente se eliminan en procesos de incineración, enterramiento controlado o dispuestos en basurales a cielo abierto, debe ser reemplazada por la visión de una economía circular, que proponga una bioeconomía ajustada a los límites de la naturaleza, que promueva la circulación de los materiales, el agua y la energía, a través del compostaje, la reparación, el reciclaje, la reutilización o la remanufactura, alargando así el ciclo de vida de los productos e incluyendo materiales reciclados entre sus componentes (ecodiseño).
En nuestro país contamos con un ecosistema de 250 industrias recicladoras, 330 plantas de clasificación de residuos y 240 centros de acopio dentro del territorio que permitiría aumentar la tasa de reciclaje. Este escenario no sólo posibilita la transición hacia el paradigma de la economía circular, sino también presenta una gran oportunidad de impronta social: la inclusión de recuperadores urbanos -que en general desarrollan su labor en condiciones laborales precarias y sin el reconocimiento del servicio que prestan como de utilidad pública e interés colectivo- en el sistema de recuperación de materiales. El modelo de la Ciudad de Buenos Aires parece demostrar que el sistema de reciclaje mejora sus indicadores de productividad e inclusión a partir de la incorporación de los recuperadores; ya que su trabajo durante las fases de promoción ambiental, en la transmisión del mensaje de separación en origen al vecino, y en la recolección diferenciada puerta a puerta y en grandes generadores, resulta efectivo.
Es por esto que, desde el equipo técnico de La Ciudad Posible Argentina, desarrollamos Conexión Reciclado: una plataforma digital que tiene como propósito acelerar la transición hacia una economía circular, inclusiva y regenerativa a través de la conexión colaborativa entre todos los actores del ecosistema del reciclaje. Facilitamos un espacio de encuentro entre empresas, municipios, recicladores y transformadores urbanos del país, para que puedan trabajar juntos en la transformación de residuos, subproductos y pérdidas en productos con impacto ambiental y social.
Trabajamos a partir de cuatro herramientas estratégicas: Mapea, Conecta, Reporta e Incuba; creadas para reducir el consumo de recursos, recircular los materiales, el agua y la energía, pensar la circularidad desde el diseño al final de la vida útil, y eliminar el concepto de residuos, generando beneficios sociales, económicos y ambientales. Estas herramientas se ven desarrolladas en nuestro sitio web (www.conexionreciclado.com.ar), donde también producimos y facilitamos artículos, publicaciones, precios de materiales reciclables, clasificados y jornadas técnicas vinculadas al ecosistema del reciclaje.
La crisis ambiental demanda propuestas que reactiven e incentiven la industria del reciclaje y mejoren su competitividad territorial. Actualmente, esta se encuentra concentrada en el centro del país -incluso para algunas corrientes de materiales, adquiere una posición monopólica- y atraviesa una situación compleja como producto de sucesivas crisis y ausencia de políticas de incentivos y promoción. Por este motivo, las plataformas como Conexión Reciclado son fundamentales para acelerar la transición hacia una economía circular, regenerativa e inclusiva.